Guardarropa de plástico

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Ecología

Diciembre 2018

Laura DB

La moda rápida, mejor conocida como Fast fashion se trata de la industria textil, pero con un gran costo ambiental. 

Los “bajos costos”, la variedad de estilos y diseños, son muy tentadores y más aún en las ofertas de enero. Pero en realidad no es algo que necesitemos o en lo que valga la pena invertir.

El fast fashion se enfoca en un bajo costo de producción y rapidez para abastecer las colecciones y modas presentadas en los medios de comunicación.

¿Cómo logran estos costos y niveles de producción?

Además de la explotación de comunidades para la mano de obra masiva y barata, ésta industria ocupa el segundo lugar a nivel mundial de contaminación del agua potable, debido al uso de químicos tóxicos para lograr colores, patrones, estampados y acabados; sin tomar en cuenta que estos químicos permanecen en contacto directo con nuestra piel.

Aunado a lo anterior, el fast fashion utiliza el poliéster (fibra sintética) en mayor cantidad en casi todas sus prendas. Al utilizar este material los costos bajan, pero la contaminación incrementa. 

Al lavar el poliéster, microfibras se desprenden de la prenda y al ser diminutas, las plantas de tratamiento de agua no logran retenerlas y evitar que se vayan al océano, por lo que su destino directo es el mar de plástico. Es ahí cuando el plancton se alimenta y las partículas plásticas se adhieren a la cadena alimenticia, incluyéndonos dentro de la cadena y como destino final de estos microplásticos.

Después de leer sobre el poliéster podríamos creer que nuestra mejor opción es el algodón pero al igual que muchos de nuestros alimentos, las plantaciones de algodón son genéticamente modificadas y tratadas con pesticidas tóxicos, lo que incluso ha causado la muerte de agricultores y erosión de suelos.

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Inditex (dueño de marcas como Zara, Bershka, Pull&Bear, Massimo Dutti, Stradivarius, Oysho, entre otras) es uno de los monopolios más grandes en la industria de la moda con gran presencia en Latinoamérica, y el cual cuenta con colecciones donde se proclaman “eco-friendly”. Si bien, utilizan algodón orgánico en esta línea, ésta sección es sólo una décima parte de sus productos, además de que el precio es más elevado y no accesible para gran parte de la población.

• Entonces, ¿qué podemos hacer como consumidores?

Aunque suene un poco extremista, nuestra opción más rentable es dejar de consumir. Mucho de lo que compramos lo hacemos bajo la influencia mediática y de la sociedad consumista donde compramos más de lo que utilizamos y generamos así, aún más desperdicios.

Cuando realmente necesitemos o queramos cambiar un poco nuestra imagen por gusto propio, podemos recurrir a: la ropa artesanal, segunda mano, reparaciones, préstamos, intercambios y cuidar lo que consumimos y a quién le compramos. Esto nos ayudará a frenar la contaminación creada por la industria de la moda.

Acuérdate que... lo leíste en La molocha Mx.