¿Qué con la Perspectiva de Juventudes?

Ig: @munimalvinas

Karl De Negri


Esta columna se ha ganado este nombre porque como jóvenes, necesitamos colocar en la agenda política nacional, las exigencias de diversos grupos de personas jóvenes que mantienen interés en distintas problemáticas nacionales.

Que, además de mantener el interés, han buscado ir sumando esfuerzos para frenar, combatir y trabajar con esas problemáticas que como personas jóvenes nos interesan.

Porque, cuántas veces no hemos escuchado que nuestras demandas y exigencias de cambio, se irán desmoronando conforme avancemos en edad, pintando un futuro brutalmente sombrío. Sin embargo, en mi caso, he tenido la fortuna de conocer gente mucho mayor de edad que yo y que muchas de las personas con las que he compartido espacios, y aun así creen que las cosas deben cambiar. Y lo intentan.

Ig: @roferrerilustradora

Ese es el asunto, la intención de esta columna es, por lo tanto, problematizar la serie de realidades que vivimos, que además de ser diversas y complejas, se diferencian unas de otras en tanto nuestro color de piel, nuestro género o nuestro sexo, y ni hablar de la clase social a la que pertenezcamos.


Ante esta situación, es necesario comenzar a cuestionar nuestra realidad social y política, pues como personas jóvenes nos estamos enfrentando a una realidad cada vez más difícil.

Los recortes presupuestales que giran en torno a la austeridad nacional representan, por lo tanto, un embate a la posibilidad de garantizar un trabajo digno, estable y con seguridad laboral para cualquier persona joven capacitada y sin capacitar.

Ig: @lucasmassive

¿De qué manera se ha tratado de palear la renuencia de las empresas a contratar a personas jóvenes, desde el Poder Ejecutivo? Se desarrollaron un cúmulo de becas que intentan insertar a jóvenes que no trabajaban ni estudiaban en el ámbito laboral.

Sin embargo, la famosa beca “Jóvenes construyendo el futuro”, que no quiere decir que tenga un trasfondo malo, no establece una serie de obligaciones que deban cumplir las empresas o instituciones en donde inserten a la gente joven para trabajar.

Somos pues, mano de obra barata, muy barata. Tan barata que no se obliga a la empresa a contratarnos después del periodo de capacitación que consta de un año completo. Es decir que pueden ingresar al portal, y buscar a otra de las, casi 37 millones de personas jóvenes que habitamos en México.

Esto se puede solucionar, de qué manera, se podrán preguntar, pues alzando la voz. Podemos unirnos para discutir nuestra cotidianidad. Repensar nuestras necesidades y las posibilidades que existen en nuestro entorno inmediato para resolverlas.

Pinterest


A esto se refiere la Perspectiva de Juventudes, unirnos para planear el qué podemos, cómo lo podemos hacer y el hacerlo. En donde podamos pensar en el impacto benéfico que pueda generar para las generaciones venideras.

Porque de por sí ya la tenemos difícil ahora, imagina cómo estará dentro de veinte años, sin irnos lejos, en cinco años. No podemos caer en el error pasado de pensar en el ahora, en “aprender a administrar la abundancia”.

Las personas jóvenes tenemos un compromiso con el presente y con el futuro. Lo vivimos el 19 de septiembre, después de ocurrido el terremoto, miles de jóvenes se lanzaron a las calles sin importar color de piel, nacionalidad, identidad sexo-genérica, clase social.

Fueron demasiadas personas jóvenes que exponían sus cuerpos para entrar en zonas derrumbadas, demasiadas que cocinaron para otras tantas agotadas, que acomodaron medicinas, que dieron acompañamiento.

Miles de jóvenes que renovaron la fe que se había ido perdiendo acerca de nuestro futuro, se esforzaron, nos esforzamos, en mostrar que no somos "ninis", no somos pránganas, sino que esperamos una oportunidad de apoyar, de transformar. Por eso la necesidad de alzar nuestra voz.

Amnesty International Posters
Porque quienes estamos en la disposición de transformar nuestra realidad para beneficio no sólo nuestro, sino que, de todas las personas, también merecemos condiciones dignas de vida.

Porque como personas jóvenes no podemos seguir permitiendo estas olas de violencia que vienen acompañadas de condiciones laborales más precarias, no podemos continuar solapando el asesinato de personas que defienden la tierra y el territorio, nos es imposible seguir concibiendo que empresas tengan la oportunidad de contaminar con la avenencia del gobierno, no debemos seguir permitiendo el asesinato, el secuestro y la explotación sexual de mujeres porque nos han dicho que no podremos cambiarlo.

No creo en Mesías, sino que tengo fe en que las personas jóvenes haremos historia. Porque veo cómo lo hemos hecho, intentamos establecer mecanismos distintos de relaciones, buscamos recuperar vínculos, establecer redes y salvarnos de esta vorágine de violencia en la que vivimos.
Aún somos pocas personas movilizándonos, pero pronto, seremos miles que anhelen el cambio, y que haremos grandes cosas por lograrlo. 

Yo creo, y sé que tú también.  

Recuerda que, lo viste en La molocha

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