¿Qué con la Perspectiva de Juventudes?
Ig: @munimalvinas |
Karl De Negri
Esta columna se ha ganado este
nombre porque como jóvenes, necesitamos colocar en la agenda política nacional, las exigencias de
diversos grupos de personas jóvenes que mantienen interés en distintas
problemáticas nacionales.
Que, además de mantener el
interés, han buscado ir sumando esfuerzos para frenar, combatir y trabajar con
esas problemáticas que como personas jóvenes nos interesan.
Porque, cuántas veces no hemos
escuchado que nuestras demandas y exigencias de cambio, se irán desmoronando
conforme avancemos en edad, pintando un futuro brutalmente sombrío. Sin embargo, en mi caso, he tenido la fortuna de
conocer gente mucho mayor de edad que yo y que muchas de las personas con las
que he compartido espacios, y aun así creen que las cosas deben cambiar. Y lo
intentan.
Ese es el asunto, la intención de esta columna es, por lo tanto, problematizar la serie de realidades que vivimos, que además de ser diversas y complejas, se diferencian unas de otras en tanto nuestro color de piel, nuestro género o nuestro sexo, y ni hablar de la clase social a la que pertenezcamos.
Ante esta situación, es
necesario comenzar a cuestionar nuestra realidad social y política, pues
como personas jóvenes nos estamos enfrentando a una realidad cada vez más
difícil.
Los recortes presupuestales que
giran en torno a la austeridad nacional representan, por lo tanto, un embate a
la posibilidad de garantizar un trabajo digno, estable y con seguridad laboral
para cualquier persona joven capacitada y sin capacitar.
¿De qué manera se ha tratado de
palear la renuencia de las empresas a contratar a personas jóvenes, desde el
Poder Ejecutivo? Se desarrollaron un cúmulo de becas que intentan insertar a
jóvenes que no trabajaban ni estudiaban en el ámbito laboral.
Sin embargo, la famosa beca “Jóvenes
construyendo el futuro”, que no quiere decir que tenga un trasfondo malo,
no establece una serie de obligaciones que deban cumplir las empresas o
instituciones en donde inserten a la gente joven para trabajar.
Somos pues, mano de obra barata,
muy barata. Tan barata que no se obliga a la empresa a contratarnos después del
periodo de capacitación que consta de un año completo. Es decir que pueden
ingresar al portal, y buscar a otra de las, casi 37 millones de personas
jóvenes que habitamos en México.
Esto se puede solucionar, de qué
manera, se podrán preguntar, pues alzando la voz. Podemos unirnos para discutir
nuestra cotidianidad. Repensar nuestras necesidades y las posibilidades que
existen en nuestro entorno inmediato para resolverlas.
A esto se refiere la Perspectiva
de Juventudes, unirnos para planear el qué podemos, cómo lo podemos hacer y el
hacerlo. En donde podamos pensar en el impacto benéfico que pueda generar para las
generaciones venideras.
Porque de por sí ya la tenemos
difícil ahora, imagina cómo estará dentro de veinte años, sin irnos lejos, en
cinco años. No podemos caer en el error pasado de pensar en el ahora, en “aprender
a administrar la abundancia”.
Las personas jóvenes tenemos un
compromiso con el presente y con el futuro. Lo vivimos el 19 de septiembre,
después de ocurrido el terremoto, miles de jóvenes se lanzaron a las calles sin
importar color de piel, nacionalidad, identidad sexo-genérica, clase social.
Fueron demasiadas personas
jóvenes que exponían sus cuerpos para entrar en zonas derrumbadas, demasiadas
que cocinaron para otras tantas agotadas, que acomodaron medicinas, que dieron
acompañamiento.
Miles de jóvenes que renovaron la
fe que se había ido perdiendo acerca de nuestro futuro, se esforzaron, nos esforzamos, en
mostrar que no somos "ninis", no somos pránganas, sino que esperamos una
oportunidad de apoyar, de transformar. Por eso la necesidad de alzar nuestra
voz.
Amnesty International Posters |
Porque como personas jóvenes no
podemos seguir permitiendo estas olas de violencia que vienen acompañadas de condiciones
laborales más precarias, no podemos continuar solapando el asesinato de
personas que defienden la tierra y el territorio, nos es imposible seguir concibiendo
que empresas tengan la oportunidad de contaminar con la avenencia del gobierno,
no debemos seguir permitiendo el asesinato, el secuestro y la explotación
sexual de mujeres porque nos han dicho que no podremos cambiarlo.
No creo en Mesías, sino que tengo
fe en que las personas jóvenes haremos historia. Porque veo cómo lo hemos
hecho, intentamos establecer mecanismos distintos de relaciones, buscamos
recuperar vínculos, establecer redes y salvarnos de esta vorágine de violencia
en la que vivimos.
Aún somos pocas personas movilizándonos, pero
pronto, seremos miles que anhelen el cambio, y que haremos grandes cosas por
lograrlo.
Yo creo, y sé que tú también.
Recuerda que, lo viste en La molocha.
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