Al diablo con sus instituciones

Germán Valdez 



Quizá la mejor manera de iniciar esta columna es evocando el momento histórico donde Andrés Manuel López Obrador (AMLO) enuncia su ya famosa frase “¡al diablo con sus instituciones!”, en un contexto que se vivió posterior a la fraudulenta elección de 2006, donde Felipe Calderón asume como Presidente espurio. La frase se enuncia conglomerado ante miles de simpatizantes, el entonces candidato presidencial de la coalición “Por el bien de todos” que era integrada por el PRD, PT y  Convergencia (Ahora Movimiento Ciudadano), denunciaba el actuar del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde se declaraba ganador a Calderón por encima de AMLO, con una diferencia de 0.56% y en un entorno plagado de irregularidades.


A quince años de distancia, el TEPJF ha sufrido dos reformas que le dotaron de mayores elementos para su actuación, las reformas del 2007 y 2014, pero el actuar del órgano, ha dejado mucho que desear ya que más que fungir como árbitro, se ha caracterizado por ser un órgano servil en sus resoluciones a quien detente el poder del ejecutivo federal, favoreciéndole o a su grupo político, sin distinción de su identidad partidista y/o ideológica. A pesar de que su composición es relativamente nueva, ya que desde el año 2016 se renovó, sus resoluciones no han marcado un grado de autonomía importante de sus antecesores, dado que históricamente se han privilegiado perfiles que representen grupos políticos y de poder, con calificaciones técnicas en el tema electoral, pero sin una trayectoria ciudadana o apartidista.

El Presidente López Obrador ha dicho en reiteradas ocasiones que se debe renovar tanto el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) y la Sala Superior del TEPJF, ya que “no son demócratas, no respetan la voluntad del pueblo, no actúan con rectitud, no aplican ‘al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie’.”1, prácticamente porque en términos lopezobradoristas, están plagados de corrupción. Su planteamiento no es errado, debe haber una renovación de los órganos, pero no sólo ello, debe de ir acompañado de profundas reformas que permitan elegir perfiles que demuestren independencia de los actores/actrices de la vida pública y tenga probidad en las funciones a desempeñar, para de esta manera generar instituciones más sólidas y con mayor legitimidad en el tema electoral, un asunto muy delicado en México, por la reciente historia de fraudes que hemos vivido.

Detengamos un momento la reflexión, para ahondar en la idea que tiene AMLO, si bien su reflexión no es equivocada, sus esbozos sobre lo que debería de ser el INE y el TEPJF, son más escalofriantes de lo que son actualmente, ya que tenemos un Presidente que no se siente cómodo ante la disidencia y la crítica, por el contrario, la descalifica e ignora. Entonces debemos plantearnos en qué términos se debe conducir la posible reforma electoral que ha planteado, pero también cuáles serían los requisitos y formas de elección de las personas que deseen integrar estos órganos electorales, que si bien, tienen una naturaleza distinta, se plantean en conjunto una labor importante, porque en esencia deben defender y plasmar la voluntad de las mexicanas y mexicanos, pero quizá más importante, dotar de confianza a los procesos electorales.

La ciudadanía tiene (tenemos) ahora un papel fundamental, pugnar por la urgente depuración de los órganos electorales, pero a su vez evitar que AMLO llene esos espacios de gente que le resulte cómoda a sus constantes violaciones a los ordenamientos electorales, vaya que no es tarea fácil, pero no perdamos de vista el proceso.




Germán Valdez es activista social desde los 15 años, interesado en temas de desigualdades y movilidad, con formación de economista en la UNAM y diversos diplomados en temas de Protección Civil, Poesía, Presupuesto Basado en Resultados y Transporte. Poeta frustrado y romántico empedernido, con un amor confeso por andar en bicicleta por la CDMX.

Ha ocupado diferentes espacios de representación en la UACM, la UNAM, el INE y en Movimiento Ciudadano, además de haber sido tallerista y conferencista en dichos espacios, hoy es Consejero Nacional de Juventud en el CONSEPP y colaborador ocasional del mejor espacio informativo de México, La Molocha Mx.

Comentarios

  1. Es de esas frases y momentos de la política nacional inolvidables, no queda duda que punto a punto sct se puede morder la lengua en la actualidad

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Algunas cosas que pienso

¿Qué es La molocha?

Lo tibio de ser "revolucionario"