Amor
Germán Valdez Y en verdad la lástima se convirtió en miseria, condenaron a aquellos que pecaban, ¿de qué lo hacían?, del delito más grave, de aquello imperdonable, lo que la humanidad decía poseer, pero jamás se podrá poseer aquello, jamás le entenderás, mentira tras mentira, afirmaban poseer la verdad y acusaban a aquellos que iban en contra de su pragmatismo. Jamás vi tanta sangre correr por algo tan irónico, por algo tan simple, por algo que es hasta paradójico, por aquello que la humanidad decía poseer y conocer, y juzgaba a aquellos que la practicaban. Entraron, entramos en aquél templo y el sacrificio era inminente, el dolor indescriptible, aquello que nos dejó desnudos, sin nada, nuestro delito, nuestro pecado, nuestro error, era aquello llamado amor.